«¿Hasta dónde puede llevarnos esta cosa?», preguntó. Los ojos de Ethan permanecían fijos en el horizonte. «No muy lejos. Este motor no está hecho para navegar en mar abierto, sólo para atracar y maniobrar. Y consume combustible más rápido de lo que crees» Vaciló, voz baja. «No tenemos suficiente para dejarlos atrás. Sólo para ganar tiempo»
El motor zumbaba bajo, un leve murmullo contra el ritmo de las olas. La embarcación avanzaba con obstinación y lentitud, dejando tras de sí una estela de espuma. Ethan mantenía los ojos fijos en el horizonte, la mandíbula apretada y las manos firmes sobre el acelerador.