«¡La servilleta!» Jason jadeó, cayendo en la cuenta. «La servilleta que encontramos en el ataúd… formaba parte de la investigación de papá. Debía de estar metido en algo gordo, algo peligroso» Los agentes, ahora totalmente absortos por la revelación, cogieron el cuaderno y empezaron a examinarlo detenidamente. Susan, cuya actitud pasó de defensiva a cooperativa, continuó: «Lo juro, he venido aquí para encontrar esto. Sabía que Tom tomaba notas detalladas. Pensé que podría ayudar a limpiar mi nombre»
Jason, aún aturdido por el repentino giro de los acontecimientos, se vio dividido entre la sospecha y la posibilidad de que Susan fuera inocente. ¿Podría ser que ella estuviera tan a oscuras como él sobre la profundidad de la investigación de su padre? La complejidad de la situación era abrumadora.