La expresión del policía seguía siendo neutra, pero Jason podía ver que se estaba tomando en serio cada palabra. Irrumpir en la casa de alguien era un asunto serio, y Jason conocía las implicaciones de lo que estaba confesando. Pero también sabía que ocultar cualquier información, por incriminatoria que fuera, no ayudaría a resolver el misterio de la muerte de su padre.
Los ojos del agente se entrecerraron ligeramente mientras asimilaba la información. «Comprendo que no ha sido fácil confesar esto -dijo lentamente-, pero añade otra capa a este caso. Entiendo por qué está preocupado por Susan» Jason sintió un atisbo de esperanza. Tal vez sus acciones, por imprudentes que fueran, ayudarían a descubrir la verdad. «¿Y ahora qué?», preguntó, con una mezcla de ansiedad y expectación en la voz.