Una chica llama al 911 y pide una pizza, la cara de los policías se pone pálida tras encontrar esto en su casa

Mientras el sol de la tarde empezaba a ponerse, arrojando una luz cálida y dorada sobre la habitación del hospital, Lily se sentó junto a su madre, cogiéndola de la mano y contándole su aventura con los policías y la pizza.

Su madre escuchaba, con el corazón henchido de gratitud, mientras reía en voz baja al escuchar las historias sobre la valentía de Lily y el inesperado giro de los acontecimientos. El personal del hospital, incluidos Kelly, la paramédica, y los agentes que habían respondido a la llamada, se unieron a la reunión, y su presencia fue un reconfortante recordatorio del esfuerzo de colaboración que había conducido a ese momento.