Una vez confirmada la seguridad de Laura y resueltas todas las amenazas inmediatas, Ethan se sintió profundamente realizado. La crisis se había evitado y el yate volvía a ser un refugio tranquilo en medio del inmenso mar.
El caos se había calmado y el «Aura Luxe» volvía a balancearse suavemente, la tensión anterior sustituida por una calma tranquilizadora. Ethan se tomó un momento para observar la escena. Todos los pasajeros y la tripulación estaban a bordo y sus rostros mostraban una mezcla de cansancio y alivio.