La idea de ser demandado por alguien tan privilegiada y poderosa como Bethany hizo que a Patrick se le revolviera el estómago de ansiedad. Tenía recursos, contactos y la capacidad de convertir su vida en una pesadilla. Por un momento, se preguntó si había cometido un terrible error.
Pero justo cuando su preocupación empezaba a agravarse, ocurrió algo inesperado. Internet, que había sido una fuente de temor, empezó a unirse a su alrededor. Desconocidos de toda condición empezaron a analizar el vídeo, a analizar cada fotograma y a señalar que, efectivamente, era auténtico.