Una enfermera adopta a un bebé abandonado que nadie quería. 18 años después, llora al descubrir por fin por qué

Pero cuando Emily cumplió diecisiete años, Clara supo que la verdad no podía esperar más. Sentó a su hija en el salón, con las manos temblorosas y la voz temblorosa. Le explicó lo del metro, lo del cochecito, que nunca venía nadie. «Te abandonaron», susurró Clara, ahogándose con la palabra. «Pero yo te elegí. Siempre te he elegido»

Emily se quedó callada al principio. Luego cruzó el sofá y agarró las manos de su madre. «Eres la única madre que he querido», dijo con fiereza. «Si no me quieren, ellos se lo pierden. No me importa quiénes sean; me alegro de tenerte a ti»