Tras la cesárea, notó una extraña cicatriz. Cuando preguntó al médico por ella, su rostro palideció

Incapaz de soportar el silencio, concertó una cita con otro médico. El nuevo médico la examinó detenidamente, presionando la cicatriz con las yemas de los dedos. Frunció el ceño. «No parece reciente», dijo en voz baja. «Yo diría que es de hace años, mucho antes de la cesárea» Sus palabras le revolvieron el estómago.

Parpadeó, buscando consuelo. «Pero nunca me habían operado. Nunca» El médico vaciló y volvió a mirar la cicatriz como si traicionara su propia certeza. «Es inconfundible», respondió. «Es una cicatriz de incisión. Alguien te ha operado» La firmeza de su tono la sacudió.