La empleada de hogar no sabía que la estaban filmando: lo que captó la dueña fue impactante

Admitió haber destrozado la casa con rabia y haber llamado a Sam para fingir estar conmocionada. Su plan era empeñar los objetos de valor para financiar un estilo de vida extravagante: cirugía plástica, ropa de lujo, viajes en primera clase. Sam y Heather facilitaron a la policía las grabaciones de seguridad.

Basándose en las pruebas, Jackie fue detenida y acusada de robo, daños a la propiedad y fraude. Por fin se hizo justicia, gracias a la sabia decisión de Heather de instalar las cámaras ocultas. Acabaron descubriendo las mentiras de Jackie y sacando a la luz su malicioso engaño. Sam y Heather respiraron aliviados al saber que Jackie estaba entre rejas y que ellos volvían a estar a salvo.