La empleada de hogar no sabía que la estaban filmando: lo que captó la dueña fue impactante

Finalmente, se encontraron con Jackie en el dormitorio principal. Al ver a los agentes, se quedó paralizada y el miedo inundó su rostro. «No te muevas», gritaron los policías, mientras Jackie permanecía paralizada con la bolsa en la mano. A pesar de sus intentos de zafarse, los agentes esposaron a Jackie y la acompañaron al exterior. Agachó la cabeza para evitar las miradas indiscretas del vecindario mientras la conducían al coche patrulla.

En comisaría, Jackie fue conducida a una sala de interrogatorios. Durante horas negó haber hecho nada malo, aferrándose a su historia de que era una víctima inocente de un robo. Pero al final, bajo el escrutinio de los detectives, se derrumbó. Entre lágrimas, Jackie confesó que lo había montado todo.