La empleada de hogar no sabía que la estaban filmando: lo que captó la dueña fue impactante

Esa misma noche, Heather y Sam se sentaron juntos en un tenso silencio mientras veían las imágenes de seguridad en el portátil. A medida que se sucedían las escenas, Sam abría los ojos con incredulidad. Allí estaba Jackie, merodeando por su dormitorio, oliendo su colonia, acariciando las joyas de Heather. Sacudió la cabeza al verla ponerse la bata de seda de Heather y admirarse en el espejo.

«No… no lo entiendo. ¿Por qué hace esto?» Dijo Sam, claramente turbada. Heather le agarró la mano con fuerza. «Te dije que estaba obsesionada. Pero nunca imaginé que fuera tan espeluznante», respondió. Siguieron mirando, cautivados por las extrañas escenas.