Un niño desaparece de un crucero y años después encuentra a sus padres

A Rose le hacía mucha ilusión la atracción Piratas del Caribe. «He esperado esto desde que tenía cinco años», dijo. Lucas se rió mientras ella tiraba de su mano, arrastrándolo hacia la entrada. La cola era larga, pero Rose apenas se dio cuenta. Sus ojos ya estaban encendidos de expectación.

El barco se sumergió en la oscuridad. Los piratas animatrónicos bailaban bajo los focos. Rose se agarró a su brazo, susurrando datos sobre cada escena. Lucas se reía, le hacía fotos y se empapaba de su alegría. Entonces la atracción dobló una esquina y todo en su interior cambió de repente.