Un niño desaparece de un crucero y años después encuentra a sus padres

Lucas esperaba que el cambio de aires calmara la tormenta que llevaba dentro. La casa de Rose estaba enclavada en un barrio tranquilo, enmarcada por ventanas esmeriladas y olor a pino. Debería haberle tranquilizado. Pero desde el momento en que entró, algo le pareció… raro.

El padre de Rose, James Harrigan, era todo calidez y apretones de manos. Bromeó sobre el peso de las vacaciones y le ofreció sidra a Lucas. Pero su madre, Kiara, se quedó a medio camino cuando lo vio. Por un segundo, su sonrisa vaciló. Sus ojos se clavaron en Lucas como si estuviera mirando a un fantasma.