Crié a mis nietos mientras sus padres trabajaban, pero un día desaparecieron sin decir palabra

Dentro había lo normal: un pequeño cuaderno, un paquete de pañuelos de papel, los recibos de la compra. Nada alarmante. Exhaló, una mezcla de alivio y culpa. Pero al hurgar más, sus dedos rozaron un papel brillante. Lo sacó. Era un folleto inmobiliario. Las letras brillantes de la parte superior decían: «Nuevos comienzos. Barrios tranquilos. Espacio para crecer»

La foto mostraba una moderna casa adosada con paredes blancas y un seto recortado delante, el tipo de lugar que Lisa siempre decía que le gustaría «algún día» Helen le dio la vuelta, buscando detalles. La fecha impresa en la esquina era reciente, de hacía sólo dos semanas. Se le aceleró el pulso. ¿Había estado Lisa mirando casas? ¿Sin decírselo?