Un iceberg se acerca peligrosamente a un pueblo y los habitantes palidecen al ver su contenido

Al llegar a la embarcación, sus sentimientos eran una mezcla de nerviosismo y emoción. Sabía que este viaje hasta el iceberg podría ser un punto de inflexión. Se tomó un momento para mirar a su pueblo, preguntándose si sería la última vez que lo vería en un tiempo.

Peter llegó al barco y se detuvo para escuchar cualquier señal de actividad. Una vez seguro de que estaba despejado, subió a bordo en silencio. Conocía bien el barco y consiguió desatarlo sin hacer ruido. La barca se balanceó ligeramente, indicando que ya podía partir. Peter echó un último vistazo a la orilla y vio la silueta de su ciudad contra el cielo de primera hora de la mañana. Con mano cautelosa, encendió el motor, consciente de las implicaciones que su expedición al iceberg podía tener para su comunidad.