La franqueza de Eleanor era siempre contundente. Dijo: «O escondía dinero ilegalmente o tenía otra familia. Necesitas respuestas» La franqueza de Eleanor siempre había sido un bálsamo. Esta vez encendió la mecha. Maggie se encontró caminando hacia respuestas que no estaba segura de querer.
Esa noche, Maggie soñó con extraños reunidos en el funeral de Daniel, niños que se parecían vagamente a él. Se despertó sobresaltada, con el sudor humedeciéndole el camisón. ¿Era eso lo que significaban sus últimas palabras? «Ya lo verás Su confianza en su vida juntos se sentía ahora tan frágil como el cristal.