Los papeles sugerían reuniones con asesores financieros, abogados y contables durante años. Maggie nunca lo había sabido. Daniel había vivido una tranquila doble vida de citas y firmas, oculta bajo sus días ordinarios. Cada descubrimiento la hería más profundamente. ¿Era ella su socia, o sólo alguien a quien había ocultado la verdad?
Cuando le devolvió la caja, el director la miró con simpatía, como si supiera que se estaba desmoronando. «Lo siento, no se nos permite decir más en este momento», dijo en voz baja. «Tenemos instrucciones de volver a ponernos en contacto con usted en breve» Maggie salió a la luz del día, apretando la carpeta como si fuera una herida.