Un vagabundo y su perro oyen un grito: ¡lo que ocurre a continuación cambia su vida para siempre!

Se dio la vuelta y volvió a quedarse con la taza vacía en la mano. No se molestó en decir nada, sólo se paró en los lugares donde la gente podría dejar caer el cambio, la espalda recta, la bolsa con su ropa metida bajo un brazo. Mantenía a Lucky cerca, con una mano apoyada en el lomo del perro. Pasaron las horas. Nadie se detuvo. Nadie aminoraba la marcha.

Un hombre con capucha le adelantó dos veces. A la tercera, murmuró: «Búscate un trabajo», sin mirarle. Joshua no reaccionó. No tenía fuerzas. Fuera de una tienda, alguien arrojó una moneda cerca de sus pies. Rebotó y rodó bajo un banco. No la persiguió.