La respuesta del hombre fue de comprensión y empatía. «Gracias por su sinceridad», respondió con calidez. «Comprendemos lo fácil que es que surjan malentendidos, sobre todo en situaciones como ésta» Animada por la reacción de su padre, la mujer ofreció una tímida sonrisa en dirección a Sandra.
Sandra se la devolvió, aliviada al ver que la tensión desaparecía de sus facciones. Era un paso pequeño pero significativo hacia la recuperación de la confianza. En este momento de tranquilidad, el aire estaba cargado de alivio y buena voluntad.