Una joven no para de hacer señales con la mano en un avión; cuando la azafata se da cuenta, alerta a las autoridades

En medio de la conmoción, la voz del hombre se alzó en protesta: «¿Adónde la llevan?» «¡Está conmigo!» «¡Ha habido un error!», insistió, sus palabras resonando en las paredes del camarote. Sandra y su tripulación intercambiaron miradas de incertidumbre, su resolución anterior ahora teñida de duda. ¿Era ésta la forma correcta de actuar? Se pregunta Sandra, con la mirada fija en la escena que se desarrolla con una mezcla de preocupación y determinación.

El hombre sacó rápidamente su identificación del bolso y, con aire decidido, entregó los documentos a uno de los agentes. Su voz era tranquila, aunque estaba claro que había urgencia en sus palabras. «No estoy seguro de qué se trata», empezó, con un ligero tono de preocupación. «Pero si esto está relacionado con el incidente anterior, estoy dispuesto a explicarlo»