Un niño visita a diario la tumba de su madre, pero la sorprendente persona que conoce allí lo cambia todo

Su padre levantó la vista del banco de trabajo, sobresaltado. «¿Y ahora qué?» La voz de Lucas era aguda. «Tienes que decirme la verdad» Su padre frunció el ceño y dejó la llave inglesa. «¿La verdad sobre qué? «Sobre mi madre. Sobre Daniel» El nombre le supo extraño en la boca. «Dice que la conocía. Que eran cercanos. Que… que él podría ser mi verdadero padre»

Silencio. Fue inmediato y total, de esos que te hacen zumbar los oídos. Su padre lo miró, atónito. «¿Él dijo eso? ¿Daniel?» Lucas asintió, con la voz entrecortada. «No lo dijo como un hecho. Sólo… algo que piensa. Dijo que mamá nunca se lo dijo. Que me vio y se preguntó» Su padre se sentó lentamente en el borde del banco de trabajo.