El abuelo deja a su mujer para casarse con una joven – Durante la boda, la abuela dice algo que nadie esperaba

Al salir de la iglesia al aire fresco, Matilda se sintió más ligera, como si se hubiera quitado un gran peso de encima. Se detuvo un momento, dejando que el cálido sol le diera en la cara, cerrando los ojos y sintiendo la fuerza silenciosa que la había llevado hasta el final.

Matilda se alejó de la iglesia con la cabeza alta, cada paso lleno de una nueva confianza. No miró atrás, sabiendo que el futuro era más importante que el pasado que dejaba atrás. A cada paso, crecía en ella una sensación de libertad y esperanza. Por fin había llegado el momento de un nuevo comienzo.