Un gorila pide ayuda a un fotógrafo – La increíble verdad al descubierto

La redada se desarrolló con rapidez y precisión. Cuando las autoridades por fin los dominaron, descubrieron pruebas de una crueldad generalizada. La policía detuvo a varios cazadores furtivos y se incautó de un alijo de productos animales ilegales, incluidas trampas, armas y otros dispositivos de rastreo.

Su escondite estaba repleto de productos animales obtenidos ilegalmente, incluidos fardos de pieles y carne. La magnitud de la operación puso de manifiesto su desprecio por el frágil ecosistema de la selva y sus habitantes. Fue una victoria importante, pero Paul seguía pensando en la gorila.