Una niña de 12 años salva a un perro lobo gigante, pero los resultados del ADN revelan algo terrorífico..

La conclusión llegó poco a poco, después de mucho barajar términos científicos y técnicos. Scooby no era un animal natural. Pertenecía a una línea experimental de cánidos descatalogada, creada décadas antes en el marco de un programa patrocinado por el gobierno que ya no existía oficialmente.

Había sido diseñado para una compañía especial. No obediencia o trabajo, sino apego. Un vínculo singular. Una vez emparejado con un humano, el animal se orientaba totalmente en torno a la presencia y el estado emocional de esa persona. Otros como él habían sido recapturados y eliminados. Él había escapado de algún modo o había sido salvado por alguien.