Vanessa tenía muy pocas opciones. Sabía que si no llamaba a las autoridades, lo haría un vecino. Control de animales llegó una mañana con voces mesuradas y pasos cautelosos. Vanessa abrió la puerta ya preparada.
Los agentes se sobresaltaron cuando vieron a Scooby. No lo ocultaron. Pero tampoco se precipitaron ni echaron mano de las correas. Vanessa esperaba que la explicación no derrumbara el mundo de Betty.