Más tarde, la seguridad del hospital sacó imágenes granuladas de la cámara del muelle de carga. Una figura encapuchada merodeaba cerca de los ascensores de servicio, apareciendo y desapareciendo entre los ángulos muertos. La persona nunca se acercó directamente a la habitación de la niña, pero su presencia parecía intencionada: demasiado quieta, demasiado concentrada, como alguien que esperara la oportunidad adecuada.
Manny repasó las imágenes varias veces, buscando detalles que no podía identificar. La postura de la figura, la forma en que miraba hacia el ala de los niños… no parecía casual. Aunque la identidad seguía siendo desconocida, Manny intuía un propósito tras sus movimientos. Alguien buscaba a la niña.