Cuando los rescatadores sacaron a Max de la tubería, apenas notó sus manos. Su mirada pasó por delante de todos los adultos hasta que encontró a Max junto a Manny. Agarrando la manga de Manny, susurró la única pregunta que importaba: «¿Está a salvo mi hermana?» La voz temblorosa del niño transmitía todos los miedos que había sufrido solo en la oscuridad.
Con las pruebas descubiertas, Vale fue acusado de incendio provocado para cobrar el seguro, de poner en peligro a un niño y de agresión. Una vez que la historia llegó a las noticias, surgieron más quejas de antiguos acogidos, familias que antes habían tenido demasiado miedo para hablar. Los fiscales construyeron un caso formidable, asegurando el encarcelamiento de Vale.