Un agente encuentra a una niña y a su perro durmiendo entre la basura – ¡La verdad le rompió el corazón!

Dentro de la caja había trapos empapados en gasolina, documentos del seguro incompletos y dibujos de niños carbonizados: pruebas de intencionalidad y encubrimiento. Debajo, Manny encontró una etiqueta de collar rota con el nombre del perro de Max. Se le cortó la respiración. Vale había intentado borrar todo lo que pudiera implicarle.

Una voz áspera rompió el silencio. Vale estaba de pie en el borde del patio, con la pala agarrada con fuerza y la furia retorciéndole las facciones. «No tienes derecho a estar aquí», gritó, dando un paso al frente. Su presencia irradiaba cruda desesperación. Manny se dio cuenta de que Vale había venido a reclamar la caja o a eliminar al testigo que la había encontrado.