Un agente encuentra a una niña y a su perro durmiendo entre la basura – ¡La verdad le rompió el corazón!

Cuando Manny llegó al rellano de la escalera, Vale había desaparecido, pero una frase escalofriante permanecía marcada en la pared: «Vuelve a casa conmigo o nadie la volverá a ver» Las palabras apretaron algo dentro de Manny, cristalizándose en resolución. Vale no iba de farol y a Manny se le había acabado el tiempo.

Manny se dio cuenta de que necesitaba pruebas, pruebas irrefutables que pusieran fin al acceso de Vale a cualquier niño de forma permanente. Sin ellas, los procedimientos y el papeleo se eternizarían. Ya no podía confiar en su instinto. Necesitaba algo lo bastante concreto como para aplastar las mentiras de Vale y sacar a la luz todo lo que se ocultaba bajo ese exterior controlado y manipulador.