Un agente encuentra a una niña y a su perro durmiendo entre la basura – ¡La verdad le rompió el corazón!

Entonces llegó la noche en que todo cambió. Se despertó con el crujido de la puerta trasera y vio a Vale llevando un bidón de gasolina hacia el cobertizo, moviéndose con paso extraño y decidido. La luz parpadeaba en su rostro, duro y retorcido. En ese momento, ella supo que algo terrible estaba a punto de ocurrir, y Max también.

Le contó a Manny cómo se encendieron las primeras llamas detrás de la casa, resplandecientes de naranja contra los árboles y el cielo. La luz del fuego parpadeaba salvajemente, proyectando sombras por el patio. Recordó que se había quedado helada junto a la ventana, viendo cómo algo que no entendía se transformaba en algo que al instante supo que era peligroso.