Un agente encuentra a una niña y a su perro durmiendo entre la basura – ¡La verdad le rompió el corazón!

El agente Emmanuel «Manny» Hart no esperaba que hubiera movimiento en el montón de basura, sólo el susurro familiar del viento a lo largo del callejón por el que caminaba cada noche de insomnio. Pero esta noche, algo se movió bajo los cartones rotos, rápida y deliberadamente. Su pulso se aceleró cuando se acercó, con la linterna temblando en su mano.

Un gruñido grave surgió de las sombras y lo congeló en su sitio. Dos ojos amarillos brillaban entre las bolsas de plástico: un animal agazapado, agazapado sobre algo oculto. Los instintos de Manny le advirtieron del peligro, pero el temblor de la criatura lo detuvo momentáneamente.

Bajó la viga, centímetro a centímetro, hasta que atrapó una mano pequeña y pálida que sobresalía de debajo de la basura. La respiración de Manny se detuvo en sus pulmones. El perro estaba junto a un niño pequeño, enroscado, inmóvil y helado. Su peor sospecha le asaltó de golpe: ¡alguien había dejado a un niño aquí!