Un hombre encuentra un gato a punto de congelarse, ¡pero lo que escondía bajo el vientre es increíble!

Al acercarse al patio, Alan vio al gato, acurrucado en un ovillo cerca de la valla. Su pelaje estaba enmarañado y sucio, y apenas se distinguía del suelo nevado. Se acercó, con el corazón acelerado por una mezcla de preocupación y precaución.

El gato estaba inmóvil, podría confundirse con un muerto si no fuera por los extraños sonidos que provenían de él. Pero cuando extendió la mano, el gato levantó la cabeza, con los ojos desorbitados. El felino emitió un siseo profundo y amenazador, mostrando los dientes en un gruñido que congeló a Alan.