Un hombre encuentra un gato a punto de congelarse, ¡pero lo que escondía bajo el vientre es increíble!

A los 75 años, seguía siendo decididamente independiente, cortando el césped y manteniendo la casa en orden, aunque el peso de la soledad persistía en cada rincón. El invierno, sin embargo, era diferente. El frío roía sus viejos huesos y cada ráfaga de viento le recordaba su fragilidad.

Ante la inminencia de una tormenta de nieve, advertida por las autoridades locales, Alan se apresuró a realizar sus tareas, deseoso de refugiarse en el santuario de su cama, lejos del frío sigiloso y de la soledad que siempre se sentía en el frío.