El aire estaba fresco, con el leve aroma del otoño, y las calles ya estaban animadas por el zumbido de la vida urbana. El zumbido habitual de los coches, los gritos ocasionales de los vendedores y el sonido de los pasos al pasar marcaban el tono del ajetreado día que tenía por delante.
Su mente vagaba por los recados que tenía que hacer. Pasar por la biblioteca, hacer la compra, tal vez incluso una visita rápida a la cafetería donde le gustaba tomar su café matutino. Nada fuera de lo común. Un día más.