Esa noche, estudió la cara de Ethan durante la cena. ¿Tenía la nariz demasiado afilada? ¿Los ojos demasiado claros? Los rizos de Leo, ¿de dónde habían salido? Claire se rió de algo que dijeron los chicos y su mano rozó la de él. Daniel le devolvió la sonrisa automáticamente, pero su mente estaba ocupada rastreando rasgos como un detective en plena faena.
Los recuerdos se agudizaron cruelmente. Las madrugadas de Claire en la oficina, esas llamadas rápidas que hacía fuera, la forma en que una vez abrazó demasiado tiempo a un viejo amigo de la universidad. Detalles inofensivos que de pronto se tornaron amenazadores. Daniel se quedó despierto a su lado, mirándola respirar, preguntándose qué se había perdido todos estos años.