Un elefante pide ayuda a un fotógrafo – La increíble verdad al descubierto

El Dr. Ndaba decidió conducir a la elefanta hacia el remolque de transporte y sedarla dentro para estabilizar su estado. Con la ayuda de un conductor, la trasladaron con cuidado a una clínica cercana enclavada en la selva tropical. El corazón de Paul se aceleraba mientras trabajaban; sabía que la vida de la elefanta pendía de un hilo.

En la clínica, Paul no podía entrar en la sala de operaciones. Se paseaba ansioso por la sala de espera, con las preguntas inundando su mente. ¿Cuál podía ser la causa de su estado? ¿Sobreviviría? La incertidumbre le corroía mientras esperaba noticias del veterinario.