Buscó su número. Durante un instante, se quedó pensativa, sin saber qué decir. Entonces pulsó Llamar. David contestó al segundo timbrazo. «¿Lisa?» Su voz era tranquila y familiar, pero alerta. Ella respondió.
«David-es Coco. Vas a pensar que me he vuelto loca, pero te juro que se la ha llevado un águila. Justo desde mi patio. Lo vi con mis propios ojos. Simplemente… la levantó y se fue volando» David se quedó callado un instante.