Un perro no deja en paz a una mujer – Cuando el marido descubre el motivo, llama a la policía

Zoe estaba muy dolida y no podía ocultar sus emociones. Empezó a explicarse. Había encontrado un artículo sobre perros que perciben el embarazo de sus dueñas, lo que despertó su interés. Preguntándose si ése era el motivo del extraño comportamiento de Rex, Zoe envió un mensaje de texto a una vieja amiga que había estado embarazada recientemente para pedirle consejo. Su amiga le confirmó que había experimentado señales similares cuando se quedó embarazada por primera vez.

Impulsada por esta corazonada, se dirigió a la gasolinera para comprar una prueba de embarazo. Para su asombro, su intuición había sido acertada. Estaba embarazada. Sin embargo, el miedo se apoderó de su corazón. Su familia tenía un historial de abortos prematuros y ese miedo le había impedido compartir la noticia con George. Quería esperar a que hubieran superado la precaria etapa antes de decírselo.