Un perro no deja en paz a una mujer – Cuando el marido descubre el motivo, llama a la policía

«Sé lo que está pasando, Zoe. Lo sé todo», la voz de George era a la vez severa y temblorosa. No podía mirarla a los ojos. «Es hora de dejar de mentir»

George le explicó sus crecientes sospechas: sus extraños viajes, el críptico mensaje de texto y el extraño comportamiento de Rex. La revelación de que Rex era un antiguo perro detector de drogas y sus extrañas reacciones ante Zoe habían sembrado la duda en la mente de George. «¿Estás metida en algo ilegal, Zoe?» La voz de George temblaba con una mezcla de ira e incredulidad.