La discusión entre George y Zoe no tardó en intensificarse. Estaban molestos por lo de Rex y el sofá estropeado, pero era obvio que había problemas mayores entre ellos. George estaba molesto por las sospechas de Zoe y estuvo a punto de preguntarle directamente por su viaje a la gasolinera.
Durante la discusión, Rex empezó a pasearse y a ponerse nervioso. De repente, empezó a ladrar con fuerza y saltó hacia la puerta principal. La discusión se interrumpió bruscamente y Zoe y George intercambiaron miradas de sorpresa. Ambos sabían que el comportamiento de Rex significaba que algo iba mal.