Una perra cría 3 cachorros de tigre – Años después, el cuidador del zoo rompe a llorar cuando el tigre hace lo inesperado

Las advertencias empezaron sutilmente: los cuidadores susurraban que en el recinto de los tigres había inquietud, movimientos y agresividad. Zachary desestimó los rumores al principio, pero él también lo vio. Los animales que antes acariciaban a Daisy ahora merodeaban con una inquietud que le inquietaba. Sus rugidos sonaban menos a anhelo y más a exigencia.

Entonces llegó el incidente. Un joven adiestrador se acercó demasiado durante la alimentación, y un tigre se abalanzó sobre él con sus garras a escasos centímetros de su cara. Retrocedió pálido, conmocionado. El director se dio cuenta al instante. Dijo al personal. «Puede que tengamos que trasladar a uno o dos. Se están convirtiendo en más de lo que nuestro personal puede manejar» A Zachary se le cayó el estómago.