Una perra cría 3 cachorros de tigre – Años después, el cuidador del zoo rompe a llorar cuando el tigre hace lo inesperado

Cuando Zachary volvió al recinto, Daisy saltó hacia delante expectante, con los cachorros dando tumbos detrás de ella. Ninguno de ellos sabía lo que les esperaba. Le dolía el pecho cuando se agachó para acariciar las orejas de Daisy, memorizando su calor. Ella le lamió la mano, moviendo la cola. Él susurró: «Lo siento», aunque ella no pudo entenderlo.

La noche anterior a la separación definitiva, Zachary no podía dormir. Se dirigió al recinto, con la lluvia mojándole la cara. Daisy estaba acurrucada con los cachorros, sus cuerpos rayados subían y bajaban contra el suyo. Aquella visión le dejó sin aliento. Se apoyó en el cristal y susurró: «Perdóname», como si la respiración de Daisy pudiera responderle.