Un perro cría a 3 cachorros de león y, años después, el cuidador del zoo rompe a llorar cuando el león hace lo inesperado

Bella envejeció más rápido de lo que Ethan quería admitir. Su paso, antes brillante, se acortó hasta convertirse en una cojera, su pelaje se apagó, su respiración se hizo más lenta. Sin embargo, cuando Ethan llegaba a casa por la noche, siempre levantaba la cabeza y movía la cola débilmente, como si guardara sus últimas fuerzas para él.

Una noche, tras un corto paseo, Bella se tumbó junto al radiador y no volvió a levantarse. Ethan se arrodilló a su lado, acarició su pelaje y susurró su nombre hasta que su respiración se apagó. Sus ojos estaban tranquilos, como si hubiera estado esperando ese momento, contenta de irse sabiendo que sus leones aún la recordaban.