Un perro cría a 3 cachorros de león y, años después, el cuidador del zoo rompe a llorar cuando el león hace lo inesperado

Ethan volvió a intentarlo con la botella, deslizándola en la boca del cachorro. Esta vez, la pequeña mandíbula funcionó y la leche fluyó. Se sintió tan aliviado que le temblaron las manos. Los otros cachorros le siguieron, cada uno encontrando fuerzas a su vez. Mientras tanto, Bella permanecía en silencio, como una centinela. Cuando terminó, Ethan colocó a uno de los cachorros en una toalla sobre su regazo.

Bella se acercó, con los ojos fijos. Olfateó una vez y luego tocó ligeramente con la nariz la cabeza del cachorro. El pequeño cuerpo se sobresaltó al principio, pero luego se acomodó al calor. Por primera vez desde el colapso de Amara, Ethan se permitió una frágil esperanza. Las noches siguientes se convirtieron en un ritmo: comidas de dos horas, limpieza interminable, cuadernos llenos de pesas y notas.