Olivia asintió, secándose las mejillas con el dorso de la mano. El bebé se agitó, emitiendo un suave sonido que casi parecía de acuerdo. «Pensé que la verdad lo destruiría todo», dijo, con la voz quebrada. «Quizá sea lo que finalmente arregle las cosas. Quiero a Daniel, pero no sé cómo se tomará que Hope no sea suya»
Elise sonrió suavemente. «No tienes que decidirlo hoy. Que sepas que, sea cual sea el resultado, seguirás siendo su madre, y eso es lo que más importa» Aquellas palabras parecieron arraigar en Olivia un nuevo tipo de certeza.