Una niña de 19 años da a luz: cuando el médico le pregunta quién es el padre, rompe a llorar

Durante el examen, Olivia sonrió con más soltura, incluso se rió una vez cuando el bebé estornudó. Sin embargo, cada vez que Elise hablaba de papeleo o de seguimiento, su mirada se desviaba, como si ciertas palabras pudieran invocar fantasmas. «¿Qué tal en casa? Preguntó Elise con indiferencia, atenta a cualquier duda.

«Mejor», dijo Olivia tras una pausa. «Mamá me ha trasladado a la casa de invitados. Se está muy tranquila» Su voz era firme, pero Elise percibió un destello de alivio. Elise tomó notas e intentó no insistir. «¿Y Daniel?», preguntó suavemente. Olivia vaciló. «Me visita cuando puede» La frase era cuidadosa, deliberada. Un practicado equilibrio entre la verdad y la protección.