Una mujer cría a un gatito perdido y descubre horrorizada su verdadera naturaleza..

Hacía aproximadamente un año, la noche había sido inquieta, llena de ruidos extraños que atravesaban el bosque detrás de su pequeña casa de campo. Elise se despertó con un llanto grave y agudo, casi como el de un bebé. En contra de su buen juicio, se puso un abrigo y siguió el sonido por el camino embarrado hacia el linde del bosque.

Bajo las ramas esqueléticas, una forma temblaba cerca de un montón de hojas. Diminuta, resbaladiza por la lluvia, volvió a maullar. Elise se agachó y apartó los escombros para descubrir un gatito negro, no más grande que la palma de su mano, que temblaba violentamente. Algo en sus ojos -fieros y brillantes- la hizo dudar antes de cogerlo.