Lo más sorprendente era una línea que describía este espacio como un refugio protegido para una familia que buscaba seguridad durante las amenazas de bombardeo. El Dr. Ellis explicó que, aunque era improbable que se produjeran bombardeos generalizados en Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial, la gente seguía construyendo habitaciones ocultas por miedo e incertidumbre.
La nota terminaba bruscamente, insinuando que en esa zona oculta se habían dejado diarios o registros. «Tienes que investigar», dijo el Dr. Ellis, con los ojos brillantes. «Si encuentras algo sustancial, házselo saber al museo. Podría ser una pieza increíble de la historia local»