40. ¿Alguna vez se ha preguntado cómo se las apañaban los soldados para sobrevivir en las trincheras de la Primera Guerra Mundial? Imagínese intentar asomarse a la trinchera con la posibilidad real de que le vuelen la cabeza. Para evitar este sombrío destino, los soldados utilizaban un ingenioso truco: las cabezas falsas.
Estos señuelos se apuntalaban para comprobar si era seguro salir. Si la cabeza falsa de un soldado tenía un final repentino y explosivo, era una clara señal de que los francotiradores estaban al acecho. Este ingenioso -y bastante macabro- dispositivo era una herramienta sombría pero necesaria en el brutal juego de la supervivencia en las trincheras.