31. ¿Sientes curiosidad por saber cómo Estambul mantenía su vida nocturna animada y segura en la década de 1960? Imagínate esto: después de una noche de juerga, en lugar de volver a casa dando tumbos, podías ser acunado suavemente en una cesta tejida por un «portador de cestas» Sí, lo has oído bien, personas cualificadas se encargaban de transportar a los borrachos a casa con estilo, combinando tradición y sentido práctico.
Imagínese la encantadora imagen de un amigo en una cesta recorriendo las calles de la ciudad: un símbolo icónico de una época en la que el cuidado y la camaradería iban de la mano. ¿No es increíble cómo un poco de ingenio puede hacer que la vida nocturna sea aún más inolvidable?